Síndrome de Intestino Irritable: Síntomas, Causas y Diagnóstico
- Doménica Altamirano
- 27 mar
- 2 Min. de lectura
El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal funcional que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque no causa daño estructural en el intestino, puede generar síntomas molestos y afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

Síntomas del Síndrome de Intestino Irritable
Los síntomas del SII pueden variar entre personas, pero los más comunes incluyen:
Dolor o malestar abdominal (frecuentemente aliviado tras la evacuación)
Alteraciones en el tránsito intestinal, como diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos
Distensión abdominal
Gases excesivos
Sensación de evacuación incompleta
Mucosidad en las heces
Estos síntomas suelen presentarse en episodios y pueden desencadenarse o empeorar por ciertos alimentos, el estrés o cambios en la rutina.
Causas y Factores de Riesgo
La causa exacta del SII no se conoce completamente, pero se han identificado varios factores que pueden contribuir a su desarrollo:
Alteraciones en la motilidad intestinal: El intestino puede moverse demasiado rápido o demasiado lento, provocando diarrea o estreñimiento.
Hipersensibilidad visceral: Mayor sensibilidad en los nervios del intestino, lo que provoca dolor con estímulos normales.
Desequilibrios en la microbiota intestinal: Cambios en la flora intestinal pueden influir en los síntomas.
Factores psicológicos: Ansiedad, depresión y estrés pueden agravar el SII.
Inflamación intestinal leve: Algunas personas presentan un grado bajo de inflamación en el tracto digestivo.
Infecciones previas: En algunos casos, el SII puede aparecer después de una infección intestinal severa (SII postinfeccioso).

Diagnóstico del Síndrome de Intestino Irritable
El diagnóstico del SII es clínico, basado en la historia médica del paciente y la exclusión de otras enfermedades.
Pruebas Complementarias
No hay una prueba específica para el SII, pero se pueden realizar estudios para descartar otras enfermedades, como:
Análisis de sangre para descartar enfermedad celíaca o infecciones.
Pruebas de intolerancia a la lactosa o fructosa.
Colonoscopia o sigmoidoscopia si hay signos de alarma como sangrado rectal, pérdida de peso inexplicada o antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria intestinal o cáncer colorrectal.

Conclusión
El SII es un trastorno frecuente, pero manejable. Con un diagnóstico adecuado y cambios en el estilo de vida, es posible reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Si presentas síntomas persistentes, es importante acudir a consulta para una evaluación adecuada.



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